Llegué a Turín después de varios días de viaje por el norte de Italia. Venía de recorrer pueblos entre viñedos, paisajes increíbles y ciudades con historia, pero buscaba cerrar esta etapa con un poco de calma y comodidad. Por eso elegí el Turin Palace Hotel, un clásico de la ciudad que muchos me habían recomendado —y que superó mis expectativas.
El hotel está ubicado frente a la estación Porta Nuova, lo cual lo hace ideal si llegás en tren o planeás moverte fácilmente por la ciudad. Todo transmite elegancia y calidez. El lobby es amplio, con suelos impecables, muebles con carácter y una atmósfera clásica con toques contemporáneos. Me sorprendió la amabilidad del equipo: en cada espacio, siempre había alguien bien predispuesto a ayudarte. Y eso, se valora muchísimo.
Mi habitación era luminosa. Techos altos, una cama comodísima y un silencio que invitaba al descanso. Todo estaba impecable: desde los amenities del baño hasta los detalles de cortesía. El tipo de lugar que te hace sentir en casa, pero con todos los mimos de un hotel de categoría.
Uno de los espacios que más disfruté fue el salón de desayuno. Con una gran selección de frutas, panes, opciones saladas, pastelería y café italiano— Y también el ambiente en sí. El salón es imponente, con techos altísimos, lámparas colgantes como flotando y una decoración elegante con guiños celestiales. Arrancar el día en ese entorno cambia por completo el ritmo del viaje.
Además, viajé en verano, y con el calor que hace por estos días en Turín, la terraza del hotel se volvió uno de mis rincones favoritos. Rodeada de plantas y con una vista despejada, fue el lugar perfecto para relajarme con una burrata deliciosa y una cerveza bien fría. Desde ahí, se ve en primer plano la Mole Antonelliana, la construcción más icónica de la ciudad. Con sus más de 160 metros de altura, fue originalmente concebida como una sinagoga y hoy alberga el Museo Nacional del Cine. Es imponente, extraña, y absolutamente única.
Turín tiene esa mezcla de historia y sofisticación que me encanta. No muchos lo saben, pero acá nacieron cosas tan universales como la Nutella, el vermut y hasta el grupo Fiat. Es una ciudad que dejó huella en el mundo desde la gastronomía, la industria y el diseño.
El Turin Palace Hotel tiene una puntuación casi perfecta en Google: 4.8 estrellas con más de 2700 opiniones. Y lo entiendo: la ubicación, la calidad de los servicios, la estética y el trato del personal lo convierten en un gran aliado para quienes buscan hospedarse con estilo y comodidad en esta ciudad vibrante.
Este hotel se suma a mi ruta personal de alojamientos que inspiran, que te abrazan apenas llegás y que te dan ganas de volver. ¿Cuál será el próximo? Aún no lo sé, pero seguro tendrá ese encanto que hace que un viaje se sienta especial.
📍 Turin Palace Hotel
📍 Via Sacchi 8, 10128 Torino TO, Italia
🌐 turinpalacehotel.com
⭐ 4.8 en Google Maps
📸 IG: @turinpalacehotel
