Scroll Top

Check Point Charly, un nuevo punto de encuentro frente al Hipódromo

Compartir en

Foodie / Restaurantes

Llegó Check Point a Buenos Aires.

Palermo suma un nuevo jugador a su ya nutrida escena gastronómica con la llegada de Check Point Charly, un restaurante multifunción que combina vista privilegiada, cocina sólida, tecnología aplicada al servicio y una ambientación moderna con guiños históricos. Abierto desde la mañana hasta la madrugada, este lugar promete cubrir todas las franjas horarias con propuestas claras y bien ejecutadas.

📌 Un nombre con historia, un espacio con presente El nombre no es casual. Checkpoint Charlie fue el paso fronterizo más emblemático del Muro de Berlín durante la Guerra Fría. Aquí, reinterpretado, aparece como un punto de encuentro urbano y cosmopolita, donde la consigna ya no es separar, sino reunir: cafés para llevar, desayunos, almuerzos, meriendas, cenas y tragos nocturnos conviven en un mismo espacio.

Llegó Check Point a Buenos Aires.

La ubicación es clave: Dorrego al 2400, justo frente al Hipódromo. Desde las mesas exteriores se disfruta de la luz natural durante todo el día y hay valet parking, un diferencial no menor en la zona. El salón interior es amplio, con una gran barra central y una pantalla led que cubre por completo una de las paredes, generando un fuerte impacto visual que dialoga con lo contemporáneo.

Llegó Check Point a Buenos Aires.

🍽️ La propuesta gastronómica La cocina está bajo la dirección del chef Edgar Pronio, quien logra una carta accesible pero con carácter, enfocada en sabores reconocibles y ejecuciones sin sobresaltos.

Entre las entradas más destacadas, tres recomendables sin dudar:

Croquetas cremosas de jamón crudo: textura lograda y sabor equilibrado.

Gambas al ajillo: un clásico que no falla, con ajo en su punto justo.

Burrata con jamón crudo y pesto de albahaca: combinación efectiva, fresca y bien presentada.

En los principales, la cotoleta a la italiana se impone como plato emblema. Ojo de bife apanado, con una cocción pareja y crujiente, acompañado de unos gnocchi soufflé trufados que sorprenden por su ligereza y perfume. Es un plato contundente, ideal para compartir. El risotto con osobuco tiene buen punto de arroz, fondo sabroso y carne tierna. La entraña con papas fritas cumple, sin brillar, pero aporta una opción clásica bien resuelta.

Llegó Check Point a Buenos Aires.

Los postres apelan al confort:

Moelleux au chocolat, con centro fundente y buena temperatura.

Apfelstrudel con helado, correcto, sin exceso de azúcar ni canela.

Llegó Check Point a Buenos Aires.

👨🏻‍🍳 Servicio y tecnología: un equilibrio posible Uno de los diferenciales del lugar es el sistema 100% digitalizado de comandas, que reemplaza el papel por pantallas y tablets. Este detalle, que podría pasar desapercibido, habla de una operación moderna y bien organizada. Aun así, el trato es cálido y cercano: el propio chef se acerca a las mesas, y el equipo en sala es atento y bien informado sobre los platos.

Una mención especial merece el pequeño sector exterior de coffee to go, ambientado como una caseta militar, un detalle simpático que conecta con la inspiración histórica del lugar sin caer en lo literal.

✅ Conclusión Checkpoint Charly es una propuesta sólida, con un concepto bien resuelto, cocina cuidada, buen ambiente y un plus tecnológico que no interfiere sino que potencia la experiencia. Ideal para cualquier momento del día, y sobre todo recomendable para quienes buscan un restaurante con vista, platos abundantes para compartir y una operación a la altura de los nuevos tiempos.

📍 Av. Dorrego 2476, Palermo ⏰ Todos los días de 8 a 1 AM 🌐 www.checkpointcharly.com.ar 📞 +54 9 11 3269-8556 📸 @checkpointcharly.baires

👉 Leé más reseñas en larutademaia.com

Recent Posts