En el mundo de la gastronomía, hay ingredientes que se convierten en verdaderos objetos de deseo. Entre ellos, el wagyu ocupa un lugar de privilegio. Con su característico marmoleo y una textura inconfundible, esta carne premium se ha ganado la atención de quienes buscan una experiencia diferente al momento de disfrutar un buen corte. En Buenos Aires, cada vez más parrillas están incorporando esta opción en sus cartas, y si hablamos de un clásico que lo hace con excelencia, La Cabrera es una referencia obligada.
La carne Wagyu es una de las más exclusivas y apreciadas del mundo. Proviene de una raza de ganado originaria de Japón, conocida por su intenso marmoleo (la infiltración de grasa en el músculo), lo que le da una textura extremadamente tierna y un sabor inigualable.
La icónica parrilla de Palermo, fundada por el chef Gastón Riveira, ha sabido evolucionar sin perder su esencia. Su propuesta combina la tradición argentina con una curaduría de cortes que elevan la experiencia. Y el wagyu no es la excepción. Actualmente, en La Cabrera ofrecen dos cortes premium de esta carne, preparados con la maestría que caracteriza al lugar. Más allá del wagyu, el encanto de La Cabrera radica en su identidad bien porteña. Ingresas y el aroma a brasa, el bullicio de un salón siempre animado te envuelven en una experiencia que va más allá de la comida.
Éramos un grupo de cinco y decidimos ir al mediodía. El menú ofrece un recorrido por lo mejor de la parrilla argentina. Para empezar, pedimos las empanadas de lomo y fue un golazo: jugosas, doradas y con el equilibrio perfecto de sabor. Clásicos como el chorizo especial, los chinchulines y las mollejas grilladas no pueden faltar, cada uno con ese toque crocante que los hace irresistibles. Y si hablamos del plato fuerte, además del wagyu, la entraña sigue siendo una de las estrellas de la casa (y mi preferido), con su punto exacto de cocción y una jugosidad que nunca defrauda. Acompañado de papas fritas doradas o alguna de las muchas guarniciones que llegan a la mesa sin pedirlas, cada bocado es un homenaje a la parrilla bien hecha.
El broche de oro llega con los postres. La crème brûlée de pistacho y la pavlova son opciones que conquistan hasta a los que no son fanáticos del dulce. Pero más allá del menú, hay detalles que convierten a La Cabrera en un lugar especial.
En los festejos de cumpleaños, por ejemplo, los camareros interrumpen el servicio para anunciarlo en voz alta y hacer que todo el salón se sume a la celebración. Aplausos, risas y un momento inolvidable que refuerza el espíritu festivo del lugar.
La Cabrera nació en 2002 con la visión de su fundador, el chef Gastón Riveira, de elevar la parrilla argentina a otro nivel. Con el tiempo, no solo se convirtió en un ícono porteño, sino que también cruzó fronteras y hoy tiene presencia en nueve países. Su propuesta combina tradición con innovación, y la incorporación del wagyu en su carta es un reflejo de esa evolución.
Si estás buscando un lugar en Buenos Aires para probar wagyu en una parrilla con historia, La Cabrera es una apuesta segura. Una experiencia que trasciende lo culinario y reafirma su lugar entre los imprescindibles de la ciudad.
📍 Dirección: Cabrera 5172, Palermo, Buenos Aires
⏰ Horarios: Todos los días, mediodía y noche
🌐 Sitio web: https://www.lacabrera.com.ar/
📞 Teléfono: +54 11 6875-4000
📸 Instagram: @lacabrera_bsas
